Voy a ser mamá... y MARATONIANA

El día 8 de Marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer. Y con motivo de ello, tenemos una crónica que te dejará sin palabras. 

Si aun crees que las chicas no son guerreras es porque no has conocido a personas como Paz; corredora, arbitro, ama de casa, trabajadora, esposa, madre de una niña de 3 años y embarazada de 4 meses.

Un gran ejemplo para todas aquellas que dicen que no pueden sin nisiquiera intentarlo, un gran ejemplo para las que creen que no lo van a conseguir sin nisiquiera proponerselo. 

Un gran ejemplo como mujer y como GUERRERA.

 Mi primera maratón, mi segundo embarazo…

En el 36 aniversario de mi nacimiento, en una fecha tan señalada como el 22F, me sumergí en una locura, una locura que había soñado mucho tiempo atrás, que una vez dije: ‘ojala yo pudiera….’, ‘ojala fuese capaz de hacer una maratón…’ Y el domingo de mi cumpleaños PUDE Y FUI CAPAZ.

Yo corro siempre con el carro y acompañada de mi hija Cayetana, con ella he hecho varias medias maratones, la carrera de Carlos III, en Écija, entre otras muchas, menciono éstas porque son las de largas distancias, y obviamente la maratón de Sevilla sería también con ella, a pesar de comentarios, todos con muy buena intención y con mucho cariño, de: ‘¿vas a poder?, es una carrera muy dura, no se parece a nada que hayas corrido antes…’

Aun así, el 19  de noviembre me inscribí en la ha sido mi primera gran experiencia como maratoniana. Coincidía con mi cumple, eso era una señal, tenía que correr, iba a llegar, tenia, quería, deseaba, soñaba… que sería maratoniana….

Una sorpresa llego en enero… ya no caminaba sola, ya no sería solo yo, sino que ahora y por unos meses iremos dos mujeres juntas, muy juntas, una en la tripita, y la otra cuidándola y alimentándola…. Jimena ha llegado, y ha llegado con fuerza, porque patea bien en las ecografías, porque será una campeona como su hermana, y porque con apenas algunas semanas de vida creo que ella y su hermana han sido las maratonianas más jóvenes en cruzar la meta de Sevilla….

El objetivo de cruzar la meta en 4:15, paso a 4:30, a antes de 5, y ya después simplemente a cruzar la meta; Paulatinamente en los entrenamientos, mi cuerpo ha ido bajando el ritmo, pero de manera inconsciente, o quizás he de decir que de una manera en la que la madre naturaleza que es sabia ha ido actuando conscientemente y mi cuerpo respondiendo a sus órdenes.

Mis compañeros, mis amigas, mis familiares, y todas esas personas que me aprecian y me quieren solo sabían decirme lo mismo: ‘no arriesgues, que hay muchas maratones y muchos años…’ y ya estaba convencida de que si tenía que pararme lo haría, que debía controlar muy bien la respiración para que Jimena no se quedara sin aire, y llegado el punto, si era necesario me retiraría, aunque bien es cierto que esta última opción me daba pánico, y aunque la contemplaba como posibilidad no quería ni imaginármelo, me exijo mucho a mi misma, y el fracaso es algo que no concibo, soy exigente, soy guerrera…

Una persona a la que quiero muchísimo, me dijo unos días previos al evento: “¿pero tú te dedicas a esto?, no, ¿verdad?, pues disfruta de lo que te gusta y olvídate de lo demás…”  y realmente me abrió los ojos… eso es!, yo no me dedico a esto, voy a correr, a sentir la ciudad, a dejar que tantos entrenamientos den sus resultados, VOY A VIVIR LA MARATON, MI PRIMERA MARATON.

Me levante la primera en casa, eran las 6 de la mañana, me prepare el desayuno, y me senté sola, tranquila (o eso me creía yo que estaba) a desayunar un par de tostadas y mi café, mientras leía las ultimas noticias sobre los 42.195m de mi ciudad, con el soniquete de las noticias en el tv puestas. Empiezan los mensajes por whatsapp, los nervios, vestir a la niña, preparar sus bibis para el camino, los pañales por si tenía que parar y cambiarla, los chupes, todo listo en su carro, y empezar a vestirme yo (lo había dejado todo preparado la noche anterior), sin darme cuenta ya estaba camino del estadio de la Cartuja de Sevilla, acceso cortado, más nervios, y ahora como llegamos?, dar la vuelta en Camas y volver….

Ufff, ya si, por fin aparcamos y estamos en el hotel, ya he llegado hasta aquí, ya sólo me queda vivirlo.

Un ambientazo, de atletas, de acompañantes, se escuchan muchos tipos de acentos, muchos idiomas y dialectos diferentes, hay gente de todos los rincones de España y del mundo, 11.5000 personas inscritas, 11.500 sueños diferentes y todos encaminándonos hacia la salida en la avenida de Carlos III, ‘casi na’…

Estamos en la salida, muchísimos atletas, un último abrazo, un último beso, las últimas recomendaciones de todos los que se quedan fueran: ‘ no arriegues por favor’, ‘Paz ten cuidado’… El móvil que empieza a echar humo de felicitaciones por el cumple y de ánimos antes de empezar, ni lo mire…. Un último selfie con el club Casillegamos CD, todos corremos nuestra primera maratón, todos estamos nerviosos…

Al fondo se escucha el pistoletazo de salida, imposible arrancar a correr con tantísima gente, poco a poco empezamos a visualizar el arco de salida, ya estamos aquí, esto empieza ahora, ES NUESTRO MOMENTO, ESTOY HACIENDO HISTORIA EN MI VIDA.

Los primeros kilómetros nos los bebemos, la gente aplaude, Triana esta a reventar, mujeres que animan aun en pijama desde las ventanas de sus casas, aplausos y exclamación y sorpresa a mi paso con el carro, Sevilla se está volcando con su maratón y se siente, mi corazón se me va a salir de la emoción, desde la plaza de cuba se visualiza la giralda, la torre del oro,  los arbotantes y los pináculos de la catedral, nunca los aprecié tan hermosos como en ese preciso instante, Sevilla se bebe el sol, Sevilla se abre paso con su belleza, Sevilla, mi Sevilla, hoy te voy a conquistar… 

Nuestra capitana guerrera  esta medio de pie en su moto, cámara en mano, inmortalizándolo todo, un grupo de alemanes, con sus banderas se encuentran a mitad del puente de San Telmo, jalean sin respirar, me aplauden, y a Cayetana también, que saluda con su mano y aplaude a la vez, mi hija disfruta de las carreras muchísimo.

A los pies de la torre del Oro, un grupo de música nos alienta a seguir, sin apenas darme cuenta de que justo al lado están mis compañeras guerreras saltando, chillando mi nombre y el de Cayetana, empujándome con sus gritos a llegar, fabulosas mis guerreras; de pronto hay un japonés en el suelo tirado boca arriba haciendo fotos… se convierte en la guasa de la carrera, llegamos a plaza de armas, ya casi el km 8, y apenas lo notamos, hago una leve parada para buscar los gusanitos en la parte baja del carro, y proseguimos, mi barriga, aunque se nota estéticamente, no me crea molestias, y salvo mi ritmo algo por debajo de lo que suelo ir, se encuentra bastante controlada.

 

Kilometro 10, mentalmente el primer tramo esta hecho, ahora solo quedan 3 más; avituallamiento magnifico, colas en los servicios habilitados para los atletas, bebo un poquito de isotónica y seguimos nuestro camino; hasta el momento todo marcha muy bien, me estoy hidratando, la respiración está muy controlada, y voy disfrutando al máximo de todo el ambiente.

Kilometro 12 aproximadamente, me encuentro a las niñas del club, con sus madres, a todas las que en la sombra también aguantan los nervios de nuestra maratón, nos hacen fotos, nos animan, me felicitan por el cumple…  como se agradece tantos ánimos.

Estamos viendo de lejos ya la muralla de la macarena, mucha gente en las terrazas que me saludan y me ayudan con sus gritos…. ¡qué grande es esta ciudad, que grande son sus gentes…y que pequeña que soy yo!...

 

En la ronda me llevo la sorpresa de cruzarme con una compañera del cole, que ilusión más enorme cuando la vi, que alegría Mª Angeles. Enfilando estamos ya Luis Montoto, y la avenida de Kansas City, ya se aproxima la media maratón y de Speaker Javier Cabrera, nos empuja con sus palabras,  y al leer mi nombre en el culote: “PAZ, ¿hay algo mejor que eso?, casi na es lo que llevas”, me reí porque pensé que lo habría confundido con alguna reivindicación pacifista y no lo interpreto como mi nombre ,  2 horas y 9 minutos creo recordar, esto está hecho me repetía una y otra vez, ya lo siento en mis manos, ahora mentalmente es como si empezara a correr una media maratón.

Mi compañero de fatiga me pregunta cada cinco/diez minutos como voy, si quiero comer o beber, no deja de cuidarnos. El bebe va perfecto, la barriga no incordia, la respiración está controlada, y Cayetana sigue saludando y despierta.

 

Hay un repecho, una leve pero larga subida, casi llegando a Los Arcos, y empiezo a notar una molestia en el musculo tensor de la pierna izquierda, pero eso no me iba a impedir llegar a la meta, sigo respirando muy bien, y no me encuentro cansada, Paco sigue muy pendiente de nosotras tres. En el avituallamiento del kilometro 22,5 (para beber tengo que hacer una pausa, porque me es imposible beber, correr y empujar el carro a la vez), al arrancar noto que me pinchan a parte del muslo izquierdo las dos rodillas, pero hay que seguir.

Casi llegando a la avenida de la Paz, nos encontramos con otro compañero, David, que no se encontraba bien y ya había aminorado el paso, ahora vamos tres adultos, un bebe de dos años y un bebe en la barriga, todos juntos y apoyándonos para no desfallecer, Paco es el que va mejor de los tres adultos, aunque realmente quien mejor esta es Cayetana y Jimena, la primera de ellas se está empezando a quedar dormida justo ahora que estamos cruzando la gran plaza.

Mis piernas y concretamente mi tensor izquierdo empieza a ser algo más que una molestia, y ya voy cojeando, será el km 27, y decido ir algo más lenta, a ritmo de David, Paco empieza a apretar, el está perfectamente.

Pasamos por la bombonera de Nervión, y por fin en una ambulancia algo de réflex, pero no noto mejoría, ni en el muslo, ni en las rodillas, vamos intercalando tramos de carrera continua y tramos de marcha andando, aunque lo peor de todo es el suplicio de arrancar a correr tras haber hecho un trozo andando, es horrible, no      quiero retirarme. Yo pensé que me faltaría el aliento, que estaría muy cansada, que no tendría aire y que eso me haría ir más despacio, pero nunca imagine que un tirón en el músculo pudiera aparecer con más de la mitad de la carrera hecha.

Kilometro 30, llevamos 3 horas y algo más corriendo, pero ya las piernas no responden, sólo quedan 10, sólo quedan 10, eso es lo que me repito una y otra vez. La barriga sigue intacta, estoy hidratada, y he tomado varios geles para reponer el azúcar en las piernas, por si como de un milagro de tratara, respondían y eran capaz de empezar a correr como a las 9 de la mañana, pero no hay forma.

Los voluntarios son fabulosos, recuerdo con cariño a un chico, casi llegando al parque de Maria Luisa, diciéndome: “campeona un poquito más adelante tienes aquarius, y una mijita más adelante nada más las puertas del olímpico esperándote, abiertas de par en par…” UN MILLON DE GRACIAS PARA TODOS LO QUE DESINTERESADAMENTE HABEIS PARTICIPADO DE VOLUNTARIOS.

Cruzar el parque para nosotros que estábamos ya descolgados y en el tramo final de la carrera, la verdad que no fue agradable, porque la gente se nos cruzaba, ya andaban despistados y desubicados, y no sabían muy bien de donde seguían saliendo corredores.

Al llegar a la puerta Jerez empieza a cantarme cumpleaños feliz mi amigo de ‘Sevilla Corre’  Jose Antonio Rico, que nueva sorpresa, que felicidad, junto a él, como no, más guerreras chillando, no puedo con mis piernas, pero voy a llegar hasta la meta, si o si.

En la avenida de la constitución tras unos cuantos gritos pidiendo paso, los viandantes nos abren paso por fin y corremos sin sortear a los turistas y a los sevillanos que se encuentran paseando, un coche de policía se nos sitúa detrás (pero no somos el final de la maratón ;) )Para abrirnos hueco, y casi cuando estamos llegando a la plaza nueva, se nos incorpora mi marido Antonio (cámara colgando del cuello incluso) y Bea (mochila a la espalda y bolso en bandolera) para correr los 5 últimos kilómetros con nosotros, que campeones los dos; Antonio me dice: “sigue cariño, ya lo tienes, estoy muy orgulloso de ti…” casi me pongo a llorar ahí mismo, mis piernas no obedecen a o que les dicta mi cerebro, me duele el pinchazo en el muslo y las rodillas…

Me cruzo con amigas que casi no me da tiempo a saludar, y ya estoy en la calle Tetuán, ya sí que está terminado todo, lo voy a conseguir; cruzo por la campana, y llego a la calle Amor de Dios, empiezo a recordar que Carla me dijo que me esperaba para animarme en el km 39, casi a la mitad de la Alameda, y de pronto sin darme cuenta aparece Tati y Thais para correr también con nosotras tres… Muuuuuchas gracias chicas, de corazón, por todo ese apoyo incondicional, por no dejarme parar, por tirar de mi y por hacerme llegar, somos guerreras…

Y de pronto a lo lejos aparece majestuoso el codiciado y deseado estadio, ya estoy aquí, he llegado….

Me despido de Tati y de Bea en el túnel(a Thais la despedí tras cruzar la barqueta); Antonio se había quedado atrás con David, y empiezo a bajar la cuesta, no me lo puedo creer, he llegado, lo he conseguido, nunca imagine algo así y realmente desde la noticia de la llegada de Jimena, siempre ha rondado la nube del abandono…

SI QUIERES SABER COMO TERMINÓ NUESTRA GUERRERA SUS 42195 KMS 

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 Escrito por Paz Palomino: Mama- Guerrera y maratoniana FELICIDADES.