El pasado 16 de Noviembre estuvimos en la
Gran Carrera 10k - Maratón de Valencia, una de las carreras más multitudinarias
y con mejor ambiente de los últimos tiempos. Mucho nos habían hablado de ella,
pero queriamos vivirlo en nuestra propia piel.
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Fuimos las guerreras que vivimos esta mágnifica experiencia en Valencia.
Crónica 3:
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K VALENCIA 16 Noviembre de 2014
Todo comenzó unos días de locura de amigas, a
principios de año. Queríamos correr y acabar una carrera para pisar la meta
juntas. A lo largo que pasaban los días, no teníamos claro qué carrera hacer,
entre circunstancias, presupuestos, días… no podíamos ponernos de acuerdo.
Hasta que un día una le comentó a la otra: ¿Y si nos vamos a Valencia? Estamos
a tiempo, podemos entrenarnos y disfrutar el día de la carrera.
Bueno,
como ya sabréis Valencia, una cuidad gran, importante, ya podréis imaginar qué
tipo de carreras se celebran ahí. Todo se puso en marcha, ya que no daba tiempo
a pensárselo porque las inscripciones volaban cada segundo. A principios de
verano ya teníamos todo planeado, nuestra inscripción hecha, el hotel elegido;
en fin, todo preparado para que fuera un viaje increíble. Pero no íbamos
solas, nos acompañaban también otras chicas que se sumaban a nuestra locura, a
vivir una experiencia única.
Ya hablo sobre una amistad que es lo que me
llevó a correr esa carrera, y es que desde que me inscribí supe que iba a ser
especial. Se celebraba unos tres días antes que el cumpleaños de mi mejor
amiga, iba con ella de viaje, Valencia, correr, gente, multitud de gente… ¡qué
más podía pedir!
Pues
estaba claro que iba a ser un viaje especial, y lo hacía por ella, por cumplir
nuestro sueño: correr juntas; tenía que hacer algo para ella, para que
viera que, (sí soy deportista, me encanta hacer deporte y pienso que siempre
hay que hacer algo porque nos alegra los días, pero una carrera y de esa
distancia nunca la había hecho), por ella podía hacerlo, porque yo sé que
más que nuestra ilusión era su ilusión, algo que a ella le gusta verme a mí, en
su deporte, disfrutando, la iba a hacer grande.
Tras los
pasos de los días, tenía claro qué iba hacer, pero no sabía cómo empezar, se lo
comenté. Ella mejor que nadie sabía que lo hacía por ella y le dije que se lo
iba a dedicar, iba a ir con una camiseta para cuando cruce y la lleve sudada se
la ponga, y me contestó que le daba igual que fuera sudada, ella también iba a
estarlo y qué mejor que ponerse una camiseta sudada de una gran victoria. Esto…
me llegó. Ahí me alegro cada día que pasa la gran amiga que tengo. Y si antes
lo tenía claro, ahora lo iba a realizar con más emoción.
Fueron
muchos calentamientos de cabeza, porque no sabía qué ponerle, cómo dedicárselo,
muchos días de pensar: frases, palabras, felicitaciones, viendo cómo iba a
quedar mejor. Hasta que un día lo tuve claro, esa carrera era por ella, pues
qué mejor que un corazón en el pecho dedicándole “Por ti” además que así
se llama el título de la canción que era “nuestra canción”. Y por detrás
había que poner algo, y ya que también íbamos en celebración de su cumple, un
viaje “solas” qué mejor que ponerle un 20 (que son los años cumplido) y en
nombre de Marioneta. Sí. Esto no lo entenderá mucha gente, pero hago un mini
resumen que significa lo que llevo impregnado en mi cuerpo junto con ella,
simbolizando nuestra amistad desde bien chiquitinas, y somos unas marionetas
que nos ha guiado el destino para nunca separarnos.
Se pasa el
verano tras varios entrenamientos y cada vez se acerca más la hora de la
verdad. Íbamos con un grupo de chicas, increíblemente geniales.
Esta gente, son este tipo que aunque no los
conozcas de nada, cuando los vez te transmiten taaaanto, sobre todo alegría,
que parece que los conoces de toda la vida.
Los
nervios florecían cada vez que, los entrenamientos por circunstancias se
pararon. Se acercaba la hora, pero lo mejor de todo es que no tuve ningún
pensamiento negativo. Sabía que iba hacer la carrera, pero no sé cómo; la iba a
terminar y no me iba a parar.
Sin un
buen entrenamiento, no es fácil ponerse esa meta. Pero con un buen pensamiento
y una buena compañía, SE LOGRA TODO.
Todo es proponérselo, cada vez lo tengo más
claro, y tras esta experiencia más todavía.
Llegó el
día esperado, los nervios por dentro, era un sábado no cualquiera.
Era temprano,
y fui al sitio de quedada. Al primero que vi, fue a nuestro fotógrafo,
estaba feliz porque iba a ser un viaje increíble, pero pasé vergüenza
porque al no conocerlo yo lo miraba y él me reconocía, me acerqué y me
presenté. Nos reímos un poco y a esperar a las demás. Fueron llegando
seguidamente poco a poco: Sonia, nuestra conductora especial con su
papa-movil y ese maletero taaaaan grande; mi vecinica que hasta ese día
no supe que éramos vecinas, con sus despedidas a su Julieta tan cariñosas (su perra);
y por último faltaba por llegar la capi. Esa personita que desde que
me dijo “estoy deseando conocerte” supe que iba a ser una grandísimas persona y
me iba a caer genial; cuando llegó he de decir que me sorprendió porque no me
la imaginaba así, con esa alegría, esa risa que contagiaba, así cómo iba a
salir mal un viaje…Yo ya estaba en las nubes. Todo estaba comenzando, un
sueño hecho realidad, un reto por cumplir, íbamos a ello.
Pusimos
rumbo a por otra guerrera, la más tímida, la que nunca hablaba, MI MEJOR
AMIGA. Gracias a ello se nos hizo el viaje más ameno
AHORA sí
que era todo realidad, ese sueño. ¡Estábamos en Valencia!
En el
hotel nos montamos una cena que… teníamos dos habitaciones para siete, pero
nosotros preferimos montarnos la fiesta en una habitación los siete, claro que
sí. En la cena, lo más importante y que voy a recalcar mucho fue sobre lo que
hablamos. Nuestra estrategia de carrera. Lo que decidieron hacer estas
guerrerillas, fue algo magnífico. El mejor momento de tantas risas juntas. Eso
fue un sentimiento de ellas hacia las demás, algo muy emocionante. El ver que
decidieran rebajar su velocidad para acompañar a otras que van más lentas para
ir todas juntas… fue algo sin palabra. No me podía creer lo que escuchaba, pero
así era. Así son estas guerreras, la unión ante todo, compañerismo. En
cuanto una dijo la idea se unieron todas una a una porque fue la mejor
estrategia que podíamos a ver tenido para esa carrera.
Tras la
cena, nos abandonaron dos guerreras que quisieron estar bien descansadas para
el día siguiente correr a tope, ya que teníamos que madrugar (es lo evidente),
pero las demás quisimos vivir la experiencia hasta el último momento. Nos
arreglamos y nos fuimos todos juntos a darnos una vuelta, el frío y el aire que
se montó ahí esa noche, era acojonante, sobre todo pensado en el mañana para la
carrera. Pero nuestra felicidad en esos momentos era máxima y nos daba igual
todo. Cuando decidimos regresar al hotel, se les ocurrió la magnífica idea de
cambiarse y con el frío que hacía, ponerse en pantalón corto para salir a la
calle a echarse fotos… En serio, estas chicas están demasiado relocas, están
como una cabra, pero por eso te diviertes con ellas, siempre son risas. Bueno
yo en esos momentos se ve que no me sentó nada bien lo que me tomé y con el
frío que hacía, porque hacía frío frío eeeh, decidí quedarme en el hotel y
esperarlas. Me desperté porque escuché como si una llave intentara abrir una
puerta y alguien que va muy borracho no atina y al escucharlo dije, no puede
ser, qué felices, porque no podían entrar pero solo se les escuchaba reírse.
Cuando entraron, ¿sabéis que iban a dormir no? Sí. Tras fotos y fotos empezaron
las risas, y era inevitable unirse a ellos y seguir descojonándote pero ya a
unas ciertas horas y pensar que tienes una carrera dentro de unas pocas horas,
había que descansar algo.
La noche
no fue muy larga pero dio para mucho, entre el calor que hacía dentro de la
habitación, el que llama a esas horas que no se sabe quién es, la que sopla, la
otra que nos llamaba y nadie contestaba… nos sonó la alarma y nadie quería
levantarse.
Llegó el
gran día. 8:00 am VALENCIA 10K
El
desayuno. Un desayuno requerido para una buena carrera, desayunar lo justo para
no echarlo después.
Buen
rollo, alegría, suerte, es lo que te transmitía todo el mundo.
Llegó el
día de competir con 23.000 personas. Dos modalidades, el maratón de Valencia y
el 10 k.
10 k. Unos
14000 personas aproximadamente corriendo junto a ti. IMPRESIONANTE.
En ningún
momento te quedas sola, siempre tienes gente tonto delante como detrás. Pero lo
mejor: EN COMPAÑÍA DE ESTAS GUERRERAS.
Tras la
carrera íbamos animando mutuamente, y preguntando cómo íbamos. En ocasiones yo
levantaba el pulgar porque si iba en su compañía podía hacerlo, pero en
realidad no iba bien. Todo estaba en la mente y con el contagio de sus gritos,
los vídeos tras la carrera sus ánimo, el compañerismo que ves que se te ponen
al lado para seguir tu ritmo… era emocionante. Llegó el kilómetro 6,5 y cogí
buen ritmo, me adelante un par de metros pero inconscientemente y tras el paso
del avituallamiento, me entró flato. Algo normal que suele pasar si bebes agua
mientras corres. Pero eso no iba a impedir que yo no terminara, yo iba a seguir,
estaba disfrutando y ese dolor era mínimo a la felicidad que sentía, al verlas,
al escucharlas, al girarme un poco y ver a esa persona que te sonríe que ves su
felicidad al ver que como estás consiguiendo algo que a ella le costó superar
su primera carrera de 10k y ver que yo lo hacía con ella… Faltaban uno 1k para
la meta, y una de nuestras guerreras se aflojó, en ningún momento se paró
porque tenía nuestro apoyo, ella podía, todas lo sabíamos, íbamos a seguir
adelante juntas y eso hicimos, al entrar por el oceanografic nos agarramos de
las manos, nos pusimos paralelas, me lo coloqué mi camiseta por el sueño y reto
que estaba dedicando a la persona que tenía al lado. La mayor felicidad y
satisfacción que he podido encontrar en todos estos años que he estado
corriendo por la calle. Una alegría, un sentimiento inexplicable, pero una
experiencia única que por mucho que se repita esta… será inolvidable.
Tras el
cruce de meta, no pude evitar emocionarme. Tanto yo como cualquiera de ellas yo
creo, fue un esfuerzo mutuo que lo vivimos todas intensamente. Al igual que
tampoco pude evitar abrazarme a esa persona por la que se lo debo todo, esa
persona que es mucho para mí, y por eso quise dedicarle esa carrera. Ya
habíamos cumplido el sueño, un reto superado. Una anécdota y experiencia más en
mi vida La emoción que llevábamos todas era de alegría absoluta.
Ya se
había acabado todo. Algo magnífico, que volvería a repetir sin duda mil veces. Estas
guerras son muy grandes.
Pero aún
no nos habíamos ido de Valencia, nos quedaba el resto de día por delante.
Teníamos que despedirnos del hotel a lo grande. Y eso hicimos, o al menos lo
intentamos.
El camino
a Murcia se hizo un poco más largo y más triste al saber que ya todo había
acabado, pero me quedo con una buena buenísima satisfacción y honra por lograr
lo que he hecho y más estando al lado y en compañía de esta gente. ¡Sois
magníficas chicas, GRACIAS POR TODO!
Cuantas emociones!!! Por Twitter ya lo hacéis bien pero por aquí y sin limitación de palabras lo bordáis!!! Animo y a seguir así!!! Transmitís mucha motivación!!! @toni3_prz
ResponderEliminarGracias Toñi por tus palabras!
ResponderEliminarFelicidades, Sonia, felicidades GUERRERA... por ese viaje inolvidable y por ponerle toda la pasión e ilusión a tus palabras. Enhorabuena.
ResponderEliminarBesos,
Paco Molina
Perdón, Patricia, que te he dicho SONIA!!... madre mía, las cabezas, mil perdones, Patricia.
ResponderEliminarAinsssss,
Paco